domingo, 6 de abril de 2008

Pulpa.

Todavía me estoy recuperando, dice Butch en la carta. Puedo imaginarlo. El boli en la mano, el cigarro; indeciso consulta el reloj de su padre, mira afuera, busca palabras. «Todavía me estoy recuperando.» No estoy seguro si habla de su última pelea o de la ausencia de Fabienne.

Butch Coolidge en todos los carteles. El torso desnudo, guantes rojos, cara de matón. Aspirante al título de los pluma. La luz, los gritos de la gente. El rostro del otro se va hinchando. Butch machaca, hace sangre, provoca conteos. El de la pajarita le levanta la mano. Los altavoces multiplican su nombre. Otra vez Coolidge vencedor.

Fabienne es una chica frágil y pálida. Muy linda. Fabienne se marchó una tarde de marzo.

La carta es inconexa. Cada vez cuesta más mantener el peso, dice, ha pensado en subir a welter «aunque ahí está de la Olla... bueno, ya sabes». Dice que va a dejar de fumar, que su costilla sigue bien, que hace calor en Knoxville, que leyó el libro.

Todavía me estoy recuperando, dice de pronto. No tiene sentido esa frase en la carta, se le escapó, quiso decir otra cosa, no sé.

Miro a Fabienne que duerme desnuda en mi cama. Recuerdo a Floyd Ray Willis. Pienso en Roger y en el bueno de Quentin.

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