jueves, 24 de abril de 2008

Ale

Me encanta un tipo que puede hacer oraciones de diez líneas sin despeinarse, todas llenas de puntoycomas y volutas. Me encanta leer cañada, ofidiólatras, vituperios, agoreros, garañones, solaz, rigodón, chifonías, barragana, egregios, albur, dispendiosas, odrecillo, encapera, jaculatorias, sansulpicianos, singladura, pilastras. Me seducen frases como diez mulatas de enaguas azules piaban a todo trapo, con gran tremolina de hembras al viento.
Siempre he pensado que tener un estilo es de muy mal gusto, que el estilo es algo que nos inventamos para ocultar nuestras carencias, que cada historia debería ser contada a su propio modo, que deberíamos podernos adaptar nosotros a lo que escribimos y no viceversa.
Pero nada, ya se sabe, somos humanos.
De cualquier forma, cuando necesito -o creo que mi historia necesita- alargar las frases y juguetear con la pluma (en mi pueblo decimos pluma y no boli) me gustaría escribir algo parecido a las oraciones alambicadas de Alejito, aunque claro, no lo consigo.
Tampoco he sabido decir nunca la R francesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tio, tal vez te convendria ser un poquito menos pedante, no crees?