lunes, 12 de mayo de 2008

Homey

¿Sabes cómo comienza la Odisea?

Háblame musa de aquel varón de multiforme ingenio que después de destruir la sacra ciudad de Troya anduvo peregrinando largísimo tiempo, vio las poblaciones, conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el ponto en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria.

Me dirás qué importa. Yo contesto que nada. Eso no importa nada. Podía comenzar diciendo cualquier otra cosa, daría igual. Lo realmente curioso es que comienza con Telémaco, el hijo de Ulises.
Cuando piensas en la odisea piensas en Penélope tejiendo y destejiendo, en la matanza de pretendientes, en Polifemo, en Argos. Pero los cuatro primeros cantos son de Telémaco que ya es mayor, quiere noticias de su padre y logra reunir un puñado de hombres para que lo acompañen a buscarlas.
Los pretendientes se preocupan. Un chico de 17 años que se arriesga en bote por el mar hacia lo desconocido ya no es un niño y un día puede cabrearse y cargárselos a todos. Esto pasa en cuatro capítulos (cantos) unas ochenta páginas en el libro, los pretendientes se conjuran entonces para emboscar al chico y matarlo. El canto número cuatro concluye así:
ya los pretendientes se habían embarcado y navegaban por la líquida llanura, maquinando en su pecho una muerte cruel para Telémaco. Hay en el mar una isla pedregosa en medio de Itaca y la áspera Samos que no es extensa pero tiene puertos de doble entrada, excelentes para que fondeen los navíos; allí los aqueos se pusieron en emboscada para aguardar a Telémaco

Entonces comienza el canto número cinco: Asamblea de los dioses en el Olimpo, y luego el capitulo número seis, la historia de Ulises.
¿Entiendes lo que pasa? Unos ocho siglos años antes de cristo, dosmilochocientos años antes de Hitchcok, Homero, el ciego, hace un alarde de suspence. Imagina a los griegos sentados en el suelo ante el aeda esperando saber qué pasaría con Telémaco.
Más les valía ser pacientes. No es hasta el canto XV cuando se habla otra vez del muchacho.

En fin, que deberíamos pensarlo varias veces antes de decir la palabra original cuando hablamos de literatura ¿No crees?

pd:
La traducción de la Odisea es la de Segalá y Estalella, a mi me mola ¿a ti?

1 comentario:

Beta dijo...

Me corrí cuando leí tu texto. No te lo había dicho pero así fue.