jueves, 28 de febrero de 2008

El Narrador III

No sé si quedó clara una cosa hace un par de días cuando hablaba de las voces narrativas. En ningún caso hay que confundir esa voz que nos cuenta la historia con el escritor físico. Quiero decir, cuando Cien años de soledad comienza "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo." Quien está diciendo estas palabras no es en absoluto Gabriel García Márquez, sino un "ente" narrativo, alguien de quien se sirve el escritor Gabriel García Márquez para contarnos la historia de la familia Buendía.

Cuando Herman Melville comienza Moby Dick diciendo "Llamadme Ismael", está dejando claro que a partir de ese momento es este Ismael quien deberá responder por lo que dice y lo que opina desde la primera persona gramatical en que narra.

Es más, cuando Bukowski relata en primera persona cosas que le pasan a un tipo llamado Bukowski, aun así, ese que narra no es el verdadero Charles Bukowski, nacido en Andernach, en agosto de 1920, si no una voz ficcional que usa el señor Bukowski real para contarnos una fábula, quizás muy semejante a su vida.

Un truco muy utilizado es usar la primera persona, combinándola con la descripción precisa de lugares reales y hechos reales, para, dentro de una ficción, suspender la incredulidad del lector. Es decir, hacerle que se involucre más, que se crea la historia, que se meta dentro pensando que lo que lee es mucho más que palabras.

¿Has visto esas pelis de miedo que siempre dicen basadas en hechos reales?

Pues eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que bukowski es una mierda de escritor que no merece ni ser mencionado