lunes, 1 de octubre de 2007

Like Jesse James

Dice mi chica que cuando piensa en mí le viene a la mente la palabra bohemio. Será porque cuando me conoció yo ya no trabajaba, será porque a veces le escribo alguna tontería, será porque un día me vio tocar la guitarra, o por la barba, o los vaqueros raídos.

El tío viene cada martes. Se le ve en la piel que vive bien, en las formas que está acostumbrado a mandar. Parece directivo o accionista de alguna empresa importante. Compra cuatro cartones en cada partida. Está un par de horas. Deja propinas. Juega por placer. Gane o pierda se va sonriente.

No es de los que van exhibiendo el dinero pero un par de veces le he visto abrir la cartera. Además de los típicos de 20 y 50 siempre lleva billetes de 500. Al menos diez o quince.

¿Para qué anda un tipo con ocho mil euros en efectivo?

Hay gente que pide a gritos que los asalten.

Hace algún tiempo, en La Habana, alguien dijo que yo parecía un traficante. Dealer, fue la palabra que usó. Art dealer. Drugs dealer. Arms dealer.

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