Es un chaval el americano. Debe tener 26 o 27 años aunque es grande y corpulento. Blanco. De lejos se le ve la pinta de turista. Le gustan los toros. La jefa ha estado hablando con él. Dice que es escritor. A ella le van los guiris y los tíos listos. Este parece un poco farsante. Tiene pinta de chulo. Ayer en el bar bebía brandy y apuntaba cosas en una libreta. No le hice caso.
Ha estado arriba casi todo el día. La dueña me dijo que le subiera algo de comer y una botella de vino. Me abrió con cara de sueño. Mientras comía me quedé un rato en la habitación. No tenía nada mejor que hacer. Me dice que ha escrito tres cuentos, que está agotado. Lo dice con cara de orgullo. ¿Tres cuentos de mierda? ¿Y está cansado? Se niega a traducirme uno. Ayer fue San Isidro. Ha nevado. No hay toros. Es Madrid. Es 1927.
Ha estado arriba casi todo el día. La dueña me dijo que le subiera algo de comer y una botella de vino. Me abrió con cara de sueño. Mientras comía me quedé un rato en la habitación. No tenía nada mejor que hacer. Me dice que ha escrito tres cuentos, que está agotado. Lo dice con cara de orgullo. ¿Tres cuentos de mierda? ¿Y está cansado? Se niega a traducirme uno. Ayer fue San Isidro. Ha nevado. No hay toros. Es Madrid. Es 1927.
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